En todos los lugares, nuestro colegio, nuestras casas, en el barrio… debemos de tratarnos con respeto y amor, solucionar las diferencias con diálogo, cariño, comprensión y sin violencia de ningún tipo.
Decimos no a la violencia hacia todas las personas y hoy especialmente hacia las mujeres.
Debemos de respetarnos, querernos, escucharnos y entendernos. Debemos de tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros.
Cada persona, mujer, hombre, niña, niño somos diferentes, únicas, y todas las personas somos valiosas y tenemos los mismos derechos.
Eso hemos querido dejar plasmado en las medallas que hemos decorado, llevado en la marcha que realizamos cada 25 de noviembre y hemos dejado colgadas en la valla del colegio para que estén visibles a todo el mundo que pasa por al lado.