Hoy hemos tenido las celebraciones de comienzo de curso. Con un gesto sencillo, la luz de una cerilla, hemos visto que para mantener su luz antes de que se apague tenemos que encender otra.
Así también nos puede pasar con nuestra luz interior, se nos puede apagar si no cuidamos mantenerla encendida con la luz de Jesús. La podemos encontrar en la oración, en los buenos compañeros y en las personas que nos quieren. Agradecemos a Diego sus palabras y gestos llenos de cariño que nos acercan el mensaje de Jesús.