La combinación de fiesta y AMPA siempre es sinónimo de una buena celebración. La respuesta a la invitación recibida a la comunidad educativa desbordó todas las previsiones.
Cuando el reloj marcó las cinco comenzaron a desfilar: brujas, fantasmas, payasos diabólicos, Hannibal Lecter, Eduardo manos tijeras… personajes a cada cual más peculiar, asombroso, terrorífico…
Pudimos valorar la implicación de las familias no solo para disfrazar a sus hijos, sino que ellos mismos se metieron mucho en el papel, caracterizándose también, decorando el salón, preparando manualidades, bailes y una terrorífica merendola para poder terminar la tarde de una manera muy sabrosa y reponer fuerzas.
Estamos ya pensando en cómo poder atemorizar con un nuevo disfraz. ¿Te atreverás a venir?